La evolución discreta de los sistemas de información a medida que el modelo de negocio se complicaba, ha implicado la necesidad de integración de todos los sistemas que dan soporte a todas las áreas de la empresa (dirección general, operaciones y servicios corporativos).

Necesidad de un repositorio común, de acceso remoto, de información y documentación. En consecuencia, fortaleciendo los sistemas de información y planificación para la Dirección General.

Reemplazar los sistemas construidos con tecnología obsoleta. El mantenimiento y evolución de estos, a menudo, dependiente de equipos profesionales concretos y, en algún caso, llegando al final de su vida profesional. La transferencia de conocimiento es urgente.

Posibilidad de adopción de tecnología cloud y nuevos métodos de adquisición –como el modelo pago por uso– que faciliten la optimización de los presupuestos y el ahorro de costes.

Adopción de soluciones con enfoque financiero y de control de gestión, frente al enfoque presupuestario tradicional de la Administración Pública. Enfoque que debe permitir, por ejemplo, el control absoluto y la trazabilidad de la financiación (ingresos, gastos, generación de nuevos recursos, retorno a la AAPP…), la trazabilidad analítica por actuación/proyecto o por la cadena de producción (contratos, compras, RRHH, ingresos…), la gestión del cash-flow de la compañía (subvenciones, prestamos, inversiones…), etc.

Facilidad de reporte a las Administraciones, en términos de contratación pública, subvenciones o fondos europeos, estados financieros, etc. Adaptación ágil a los cambios normativos como, por ejemplo, los actuales requerimientos de la Ley de Contratos del Sector Público.